viernes, 23 de diciembre de 2011

Nombres de dominio en el menú del día

Cuando hablamos de degustaciones lo normal es que pensemos en comida, en un menú de degustación o semejante situación culinaria... pero en este caso, nada más lejos, el domain tasting nos dejará un mal sabor de boca aún sin ser una comida.

Y es que cuando se habla de agudizar el ingenio, lo primero que se le ocurre a mucha gente es como sacar ventaja perjudicando a otros, eso es lo que ocurre con el domain tasting o degustación de dominios, algo así como "probar los dominios".

Esta es una práctica extendida que se aprovecha del período de gracia en el registro ofrecido por el ICANN (corporación de Internet para el registro de nombres y números, según su traducción del acrónimo inglés) y que permite que un registrante pueda probar el rendimiento de un nombre  de dominio y devolverlo a los 5 días sin penalización, incluso realizar esto repetidas veces, aunque esto construye ya otra práctica que no es el domain tasting.

Esta situación que en un primer momento puede parecer residual, en uno de los momentos de máximo impacto, antes de la inclusión de una tasa, en agosto de 2009, el ICANN registro más de 15 millones de dominios en esta situación, cifras que se han conseguido reducir pero que han dado paso a una auténtica pesadilla para algunos webmasters y que conforma la motivación de nuestro artículo.

Imaginemos una situación inocente: se accede a una página de registro de dominios o a un servidor whois (protocolo que permite realizar consultas) con la idea de un nuevo nombre de dominio, algo interesante, tal vez el nombre de nuestro ilusionante proyecto o de la nueva empresa.

Tras unos cuantos toques al teclado y la tecla enter, descubrimos que estamos de suerte, está disponible, pero hay que consultarlo con alguien, no estamos decididos... cualquier razón puede servir para tentar al desastre en este caso porque al juntar el domain tasting con la piratería informática lo que tenemos es una mezcla peligrosa.

El efecto es que el nombre de dominio que no hemos registrado, a las pocas horas o al día siguiente, cuando al fin nos hemos decantado por el registro, ya resulta estar en manos de otra persona, la cual amablemente nos lo venderá por una cantidad en ocasiones elevada pero que no se considerará ofensiva.

Si esta despreciable triquiñuela no surte efecto y no pagamos el peaje para recuperar nuestro nombre de dominio, si hay suerte, el vendedor simplemente completará el proceso del domain tasting, solicitando el reembolso y quedando nuevamente el dominio libre... aunque puede que eso nunca lo lleguemos a descubrir.

Esta historia es una situación real, la hemos escenificado pobremente ya que se han obviado la rabia, la frustración y el desánimo que puede suponer el perder "ese dominio que tanto me gustaba"... ahora sólo resta una tarea: buscar culpables.

Para eso se hace preciso conocer de manera breve cómo funciona el proceso de consultas y basta decir que aunque la empresa A sea muy seria y reconocida, al realizar las peticiones de whois para saber si un nombre esta disponible o no, las realiza a diferentes servidores, los cuales pueden estar comprometidos, de modo que los piratas ven los dominios solicitados y no registrados, analizan su viabilidad y los registran (los degustan), en el proceso intentan el chantaje y en algunos casos resultan ser buenos dominios que nunca son devueltos.

Sería tal vez mucho aventurarse a dar un consejo pero si hay algo que se puede sacar en limpio de este texto es que hay que realizar las consultas en servidores whois de máximo reconocimiento y no en cualquier página... incluso me atrevería a decir que si tiene un buen nombre... ¡ regístrelo !, porque puede que su nombre de dominio esté en el menú del día de algún pirata informático.